Hacía
tiempo que andaba detrás de un martillo para la colección y no había manera de conseguirlo.
Hablando con Manel me dijo que posiblemente me podría ayudar.
A los pocos días me regala una caja repleta de bolis y entre ellos apareció, como por arte de magia, este martillo-boli.
20.000 gracias a Isabel y Manel.